Oír nos hace más capaces y enriquece nuestras vidas. Oír nos permite tener una vida social, trabajar, interactuar, comunicarnos e incluso relajarnos. Además, oír correctamente también nos ayuda a estar a salvo, ya que nos advierte de peligros potenciales y nos alerta de las situaciones adversas en que se encuentran los demás.
Oír nos resulta esencial para poder vivir y compartir la vida de manera más plena. Los problemas de audición nos pueden llevar a tener sentimientos de soledad e incluso a la depresión. Nuestra capacidad de oír nos proporciona una enorme fuente de información. Alguna de esta información es obvia y otra apenas la percibimos pero, combinada, es el puente entre el mundo y el modo en que interactuamos con él.
Oír nos ayuda a llevar nuestra vida cotidiana sin limitaciones.
Ejemplos de situaciones de la vida diaria que pueden verse afectadas por una pérdida auditiva:

En el trabajo:
- Participar en las reuniones de grupo.
- Hablar por teléfono.
- Seguir una conversación en una oficina con mucha actividad.

En la vida social:
- Hablar con los amigos.
- Participar en las conversaciones durante la cena en un restaurante.
- Relacionarse con los nietos.
- Hablar por teléfono.
- Ver la televisión con otros.

Oír también es necesario por nuestra propia seguridad:
- Al andar cerca de carreteras con tráfico.
- Para ser capaz de oír los sonidos que nos alertan sobre peligros, como las sirenas u otras señales de tráfico.
- Para poder estar alerta ante una posible llamada de socorro.

.. y es importante cuando aprendemos:
- Para mantener un alto grado de concentración con un esfuerzo mínimo.
- Para poder comunicarnos con nuestros profesores.
- Para poder registrar la información con precisión.