
Los filtros protectores que se incorporan en los cristales de las gafas de sol, se utilizan para proteger nuestros ojos de las radiaciones solares nocivas, así como para reducir la fatiga ocular y mejorar la percepción visual. Además, la utilización de lentes solares protectoras se hace cada vez más necesaria debido a las condiciones actuales de la atmósfera.
Para elegir el tipo de filtro adecuado hay que tener en cuenta tanto el nivel de iluminación ambiente como la sensibilidad al deslumbramiento de la persona que lo va a utilizar.
Sin embargo, hoy en día las gafas de sol han pasado a ser algo más que un elemento protector contra las radiaciones solares, siendo cada vez más las personas que las utilizan por motivos estéticos.
Radiación solar
De todas las radiaciones procedentes del sol, las que pueden tener un mayor efecto sobre nuestros ojos son:
- La radiación ultravioleta, que comprende las longitudes de onda entre 180 y 380 nm.
- La radiación visible, con longitudes de onda entre los 380 y los 780 nm.
- La radiación del infrarrojo, cuyas longitudes de onda están entre los 780 y los 1400nm.
Tanto la radiación ultravioleta como la del infrarrojo son invisibles para el ojo humano, esto hace que sea necesario protegernos frente a ellas, ya que nuestros ojos no las detectan. Disponemos de mecanismos naturales de protección, tales como la contracción de la pupila y el cierre de los párpados, sin embargo, estos mecanismos sólo se activan cuando la radiación visible es intensa, pero no detectan las radiaciones invisibles.
Le ofrecemos las siguientes marcas:





















